Do you feel alive?

Queridos lectores:
Hace mucho que no me siento a escribir alguna crítica pero como ayer tuve la suerte de asistir al preestreno de Memorias de un zombie adolescente, he pensado que os merecíais una sincera opinión.

Quitando el disgusto que tengo respecto al cambio de título (el título original de la película es Warm Bodies), disfruté enormemente con la cinta. Como todos los que estábamos en aquella sala, estoy segura.
Y menciono lo del título porque creo que no se aproxima ni de lejos al contenido de la película (quizás un poco sí) pero con este título parece querer acercarse a un público adolescente (y nada más) cuando realmente puede ser disfrutada por personas de cualquier edad (niños no, por Dios, que los zombies pueden dejarles sin dormir durante varias noches consecutivas).

Cierto es que me había leído el libro, claro, la novela que lleva el mismo nombre y que ha sido escriba por Isaac Marion. Ha sido publicada en España bajo el nombre de R y Julie (leemás) y su adaptación cinematográfica se ha hecho esperar un poco, a pesar de que batió grandes récords en USA y en el Reino Unido el primer fin de semana de su estreno.

Lo cierto es que disfruté del libro. A mí, que me gusta la fantasía y las cosas sobrenaturales, me encantó leer sobre una historia de amor que tiene lugar entre un zombie y una chica humana. ¿Original? Mucha gente podría decir que no pero… ¿qué es original en estos días? Todo ha sido inventado, lo importante es saber darle un enfoque nuevo. No he encontrado nada de Crepúsculo en esta película-novela, salvo el hecho de la historia de amor entre un ser humano y un no-humano, pero muchos aspectos cambian y la imaginación de Marion es asombrosa. Si bien es cierto que no crea un mundo completamente nuevo, estoy segura de que esa no fue nunca su intención.

Recapacitando un poco, creo que ni el autor (ni la película) se queda en la parte superficial del argumento, va mucho más allá. Con ciertos toques de comedia e ironía, el filme (y el libro) narra la historia de R (Nicholas Hoult) un zombie que vaga perdido tras una plaga mundial que ha convertido a casi toda la población en muertos vivientes. Al salir ‘de caza’ a la ciudad con su amigo M (Rob Corddry), R conoce casualmente a Julie (Teresa Palmer), una joven humana a la que salva de convertirse en el menú del día sin saber muy bien por qué. Poco a poco, y gracias a Julie, el corazón de R comienza a latir de nuevo y vuelve a recordar cómo era estar vivo. Las complicaciones llegan, por supuesto, cuando el padre de Julie, el general Grigio (John Malkovich), líder de la resistencia humana, no termina de ver con buenos ojos al nuevo amigo de su hija…
Y es que ahora se lleva mucho lo del fin del mundo ¿o no? Pero es un tema que está en boca de todos, el futuro, qué sucederá dentro de 200 años y cuál será el destino de la raza humana.
Marion expone su visión del futuro de una forma cómica y cercana que hace sonreír. Y de esta manera lo hace también el director y guionista de la película, Jonathan Levine, que es capaz de captar la esencia del libro (a pesar de no ser completamente fiel a su fuente original pero, ¿acaso es esto lo más importante?)

Quizás esto se deba también a los actores, sobre todo a Nicholas Hoult que realiza un magnífico trabajo en su papel de R. Me gustó mucho su actuación y quizás no soy realmente objetiva pero a todos los que estábamos en la sala nos transmitió ternura y, sobre todo, nos hizo sonreír (y reír en varias ocasiones). Esto fue, claramente, gracias al guión, pero la interpretación del actor protagonista sirvió para mucho.

Narrada desde los ojos de R, la película intenta meter desde el principio en la historia a los espectadores. Sin mucho éxito, todo sea dicho, porque se tarda un poco en meterse de lleno en la piel del protagonista.

La escenografía, por su parte, está realmente conseguida y la banda sonora cautiva desde el primer momento. Este tipo de canciones que hacen sonreír y te llevan unos años atrás para descubrir que lo más importante son las pequeñas cosas de cada día. Y es que así lo demuestran los actores principales. Ya anticipo que vamos a ver mucho a Nicholas Hoult (quien también acaba de estrenar en nuestro país Jack El Cazagigantes) en el mundo del cine y Teresa Palmer me llama la atención por esa belleza tipo Kristen Stewart que tanto está de moda, aunque con mucha más expresividad, gracias a Dios.
Y no. No es una película de Oscar, por supuesto. Pero es algo que merece la pena disfrutar. Pasar el rato. Y dejarte llevar un poco más allá de la superficialidad de la cinta que también tiene un trasfondo, una esperanza de que por muy mal que vaya todo, las cosas pueden cambiar. Y creo que eso a veces nos hace falta recordarlo.
Lee más sobre la película en ‘NO ME IMPORTARÍA SER UN ZOMBIE’ 
Estreno en cines el próximo 19 de abril


 Carmen Jiménez V.

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