Queridos lectores:
Tal y como os prometí, hoy quiero compartir con
vosotros la crítica que he escrito sobre El Gran Gatsby. Tuve la suerte de ver la
película en la sala 25 de los cines Kinépolis el día del estreno y, desde
entonces, me he sentido cautivada por todo lo referente al filme.
Si bien es verdad que aún no me he leído la
novela homónima de Fitzgerald, en la que se basa la película, ciertas opiniones
afirman que se trata de una gran adaptación. No perderé oportunidad de leerme
el libro, tal y como os recomiendo a todos vosotros.
La expectación que se ha creado alrededor de esta
película ha sido impresionante(y quien no me crea debería pasarse por la
estación de metro de Callao, en Madrid, para comprobarlo). Y es que la
publicidad generada alrededor del filme ha constituido una de las más
relevantes que he observado en los últimos meses (sin contar con la promoción
que se realizó para la primera parte de El Hobbit o Los Miserables, por
supuesto).
Lo cierto es que disfruté de la película desde el
mismo momento en que empezó. Quien haya visto Moulin Rouge sabrá que el
ambiente del director, Baz Luhrman, se encuentra presente desde el primer
minuto. Y es que todo en El Gran Gatsby recuerda al filme protagonizado por
Ewan McGregor y Nicole Kidman. Pero es que, ¿cómo olvidarlo?
El Gran Gatsby centra su argumento en la vida de la alta
sociedad americana, donde llama especialmente la atención la presencia de Jay
Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico al que todos consideran un
advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas. Gatsby vive
completamente obsesionado con la idea de recuperar al amor de su juventud y
estará dispuesto a cualquier cosa por lograr su objetivo…
Si bien es verdad que la expectación de la
película viene precisamente del hecho que se trata de una nueva adaptación del
libro de F. Scott Fitzgerald, no hay
que menospreciar al increíble reparto, entre los que destacamos a LeonardoDiCaprio, Tobey Maguire, Calley Mulligan e Isla Fisher, entre otros.
En mi opinión, todos ellos realizan un magnífico
trabajo, si bien es verdad que sobresale la actuación de DiCaprio, como siempre
(¿realmente la Academia no ha tenido a bien concederle un Oscar todavía?) y la de Carey Mulligan, que interpreta a Daisy, el amor de
juventud de Gatsby y por el cual él está dispuesto a dejarlo todo. Maguire, por su parte, deja un poco que
desear, y al espectador se le hace imposible dejar de ver a Peter Parker a lo
largo de toda la película…
La estética y escenografía es impresionante, junto con la
puesta en escena, que está cuidada al milímetro, si bien la duración de la película
se hace algo pesada (2 horas y media). Algo interesante, sin embargo, es la
pretensión (o quizás no) del director por mantener al espectador siempre fuera
de la narración. Me explico: en la películas, por norma general, los directores
tratan de meter al espectador en el argumento de la película ¿o es que nadie ha
deseado alguna vez poder decirle a Rose que Jack cabía en la tabla cuando se produce el hundimiento del
Titanic? ¿o no habéis querido ayudar a Frodo a llevar el anillo hasta Mordor y
zarandearle para decirle que Golum es el verdadero culpable de sus desgracias y no Sam? Pues
bien, resulta interesante que en El Gran Gatsby, Luhrman parezca haberse
empeñado en mantener al espectador fuera de la narración del filme, de tal
manera que siempre se sentirá desplazado, como si estuviese viendo algún tipo
de actuación teatral y no realmente metido en la trama como ocurre con otras
películas.
Narrada desde los ojos de Nick Carraway
(Maguire), la película se sucede lentamente y nos traslada a los felices años
20 (lujuriosos y hedonistas), entre purpurina y decorados que nos dejan sin
respiración. Y eso por no mencionar la banda sonora que cuenta con canciones
actuales como las interpretadas por Lana del Rey y que dotan al filme de escenas inigualables (algo que es
característico del director, que lo mismo había hecho con su adaptación de
Romeo + Julieta, el pasado año 1996 y que contaba con DiCaprio en el papel
protagonista).
Como toda adaptación cinematográfica, la película
gustará a muchos lectores y decepcionará a otros tantos y también sucederá lo mismo
con la estética recargada que aparece a lo largo de la cinta. Contad con un
sobrecargo de recursos estéticos y con unos diálogos bastante irreales. A pesar
de esto, la actuación de DiCaprio bien merece la compra de la entrada.
Carmen Jiménez V.
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