Ayer quedé con mis amigas para tomar algo y
hablar de las noticias que más nos interesaban de la semana. Es gracioso porque
siempre hacemos lo mismo, y siempre disfrutamos de los ratos que pasamos
juntas. Salió el tema de El Hobbit,
por supuesto porque… ¿es que acaso esta nueva superproducción no está en boca
de todos? Y estuvimos debatiendo el tema de que la película se hubiese dividido
en tres partes ¿es sólo cuestión de arte o tiene más que ver con el dinero? Así
que me he decidido a escribir una entrada sobre este tema porque es una de las
tendencias que prima en el cine últimamente. ¿O es que no se han dividido las
últimas partes de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte(Saga Harry Potter), Amanecer (Saga Crepúsculo) y se espera la división de Sinsajo (Saga Los Juegos del Hambre)?
Pues bien, el pasado 14 de Diciembre se estrenó
El Hobbit: Un Viaje Inesperado en
todo el mundo y está será solamente la primera parte de tres películas ya que
su director, Peter Jackson, se ha
decidido a hacerlo de esta manera. Para lograrlo, lo que veremos en el cine no
será solo la adaptación de la novela de Tolkien,
sino que se han usado textos del autor para hacer posible una trilogía de
películas de extenso metraje.
La última película de Jackson, es uno de los estrenos más esperados del año y las
noticias que han aparecido a lo largo de los meses, no han hecho más que
alimentar la expectación de los fans. Sin embargo el anhelo no se ha visto
libre de críticas y exigencias.
Estas críticas no solamente se han centrado en
el hecho de que la película será reproducida a 48 fotogramas por segundo (en
cine la técnica es de 24 fotogramas por segundo), lo que al parecer produce una
fea ilusión de falsedad de las imágenes, sino que también ha sido criticado el
hecho de que el director haya decidido dividir la película en varias partes
(primero en dos películas y finalmente en una trilogía). Resulta lógico que El Señor de los Anillos (una serie de
libros que ocupan entre 500 y 600 páginas cada uno, fuera adaptado a la gran
pantalla mediante tres películas) pero ¿cuál es la razón de realizar una
división para El Hobbit, cuando el
libro cuenta la historia en aproximadamente unas 300 páginas?
El
Hobbit: Un Viaje Inesperado vendrá seguida por El Hobbit: La Desolación de Smaug (cuyo
estreno se prevé para el 13 de Diciembre de 2013) y la última parte llevará el
título de El Hobbit: Partida y Regreso que
se estrenará en los cines el 18 de Julio de 2014. Las fechas parecen muy
lejanas y mucha gente no entiende el motivo de la trilogía, pero lo cierto es
que no hay que ser muy mal pensado para darse cuenta de que todo tiene que
ver con cuestiones monetarias
¿acaso no es mejor mantener al público expectante y conseguir una trilogía de
éxito millonario a estrenar una película que solo reportará los beneficios de
un único taquillazo?
Los principales responsables de la adaptación
de El Hobbit se han esforzado en
justificar la cantidad de tiempo empleado en la narración de las aventuras de
Bilbo Bolsón y los trece enanos. El propio director aseguró que “la razón es
que había material en los libros de El
Señor de los Anillos que Tolkien pensaba
usar para una versión expandida de El
Hobbit (…) tenemos a nuestra disposición un material increíble con todos
los anexos (…) y además tenemos
los derechos para usar unas 125 páginas de notas adicionales donde Tolkien amplió todo el mundo de El Hobbit publicadas tras El Retorno del Rey”
Respecto a las acusaciones que tachan a Jackson de pesetero y avaricioso,
varios actores del reparto han salido en su defensa. Entre ellos destacan Ian McKellen (Gandalf) que aseguró que “si alguien cree que Peter Jackson ha preferido a las fuerzas del mercado antes que los
imperativos artísticos, es que no le conoce”. Con esto coincide Andy Serkis (que vuelve a encarnar en
cuerpo y voz –digitalmente- a Gollum)
quien afirma que hacer tres filmes “permite profundizar en cada personaje”.
Y yo no sé qué pensar de todo esto… ¿se le
habrán acabado las ideas a la industria de Hollywood? No hay respuesta
acertada, pero es que la cantidad de adaptaciones, remakes y spin-off que se
están realizando me hacen cuestionármelo. ¿Acaso no es posible hacer un nuevo
guión original que llame la atención del público? Porque es que, a pesar de la
polémica que hemos encontrado alrededor de la última película de Jackson, El Hobbit no es la primera novela no demasiado extensa que ha sido
dividida a la hora de ser llevada
a la gran pantalla.
Lo cierto es ha habido y HABRÁ otros casos,
siempre rodeados por la sospecha de que el único motivo hace referencia a la
cuestión monetaria, aún a costa de la calidad final del filme y de la fidelidad
con respecto a la obra original. Como
ejemplo podríamos poner al más que famoso mago Harry Potter, quien ya se vio envuelto en un caso parecido. Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
(una novela con una extensión de 640 páginas) fue convertida en dos filmes. En
este caso, las reacciones fueron similares: las críticas apuntaban a que lo
único que se buscaba era explotar al máximo la Saga, mientras que los
responsables de la película (Warner) trataban de justificar su decisión: “para
concluir los filmes nos hemos dado cuenta de que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte está lleno de puntos
vitales de la trama que completan la historia de todos sus personajes. Teniendo
esto en cuenta, sentimos que la mejor manera de hacer justicia al libro y a sus
millones de fans, es expandir la
adaptación de la última novela y estrenar la película en dos partes”.
Más reciente es el caso de Amanecer, la última novela de la Saga Crepúculo, cuya segunda parte fue
estrenada el pasado noviembre. Una vez más, una saga generadora de beneficios
multimillonarios veía como su última novela era dividida para poder obtener dos
películas. ¿Fue esto un deseo de seguir generando dinero fácil? En absoluto. Al
menos esos dicen los responsables de la creación de la película: “Se trata de
un material muy denso, es grato poder ver el resultado en pantalla, y la opción
de dividir la novela en dos filmes surgió casi en las primeras reuniones. Era
necesario para una correcta adaptación” (aseguraba Bill Condon, quien ha sido director de las dos partes de Amanecer).
Aún con la mejor de las voluntades, se nos está
haciendo difícil pensar que las cuestiones creativas son las que mueven a los
grandes estudios y productoras cinematográficas cuando se trata de llevar al
cine una novela (dividiéndola en dos o más películas) con el fin de conseguir una
mejor adaptación. Los casos empiezan a ser numerosos y siempre coinciden con franquicias
que han cosechado un gran éxito y aseguran una recaudación millonaria. El último
caso es el de Los Juegos del Hambre
que, como ya expliqué en – http://carmenjimenezv.blogspot.com.es/2012/10/sinsajo-se-dividira-en-dos-peliculas.html - la última película de la trilogía (Sinsajo)
se dividirá en dos partes y debemos esperar al 2015 para ver el gran final.
Y lo cierto es que los guionistas tendrán que dividir un libro cuyas páginas no
superan las 400.
¿Merece la pena? No hay respuesta. A mi lo que me preocupa es
tener que esperar para ver el final de las películas (y es que llegamos a
esperar años para ver los desenlaces). Pero parece que es la moda que se lleva
en los últimos años. Y está claro que son ellos quienes deciden cómo llevar las
novelas a la gran pantalla. Ahora sí, la gente empieza a dudar que su interés
sea puramente artístico. Yo, como siempre, lo dejo a vuestro criterio.
Tenemos los
derechos para usar unas 125 páginas
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